Video Presentación

Ps. Monica Ortega

Licenciada en Psicología
con especialidad en problemas de aprendizaje

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Tratamientos

Terapia Psicológica en Pacientes Oncológicos

Impacto emocional en los pacientes Oncológicos sin duda alguna es grande, el desconcierto acompañado de temor son parte en el complejo proceso de esta enfermedad. No sólo para el paciente, sino también para la familia, la pareja o los amigos; indudablemente es una situación emocional en la que no se está preparado.

Uno de mis Objetivos como Psicóloga es enseñar, entrenar, dotar de conocimientos, habilidades y recursos, capacitar a las personas que viven el proceso de esta enfermedad a gestionar sus emociones en uno de los momentos más difíciles y complejos de sus vidas.

Los procesos como consecuencia de esta enfermedad son:

  • Miedo a morir por esta enfermedad.
  • Dependencia de la familia y de los médicos tratantes.
  • Cambios corporales, físicos o funcionales.
  • Incapacidad para la consecución de objetivos.
  • Ruptura de las relaciones sociales.
  • Malestar derivado de la enfermedad y del tratamiento

Un diagnóstico de cáncer puede afectar la salud emocional de los pacientes, las familias y los cuidadores. Los sentimientos comunes durante esta experiencia que cambia la vida incluyen ansiedad, angustia y depresión. Los roles en el hogar, la escuela y el trabajo pueden afectarse Es importante reconocer estos cambios y obtener ayuda cuando sea necesario.

Mi labor como psicóloga, es acompañar al paciente y a los familiares durante todo el proceso oncológico. Mi mayor objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente asesorándole o proporcionándole estrategias y recursos ante las dificultades que se vayan presentando.

A lo largo de la enfermedad el paciente puede pasar por varias fases, experimentando en cada una de ellas diferentes emociones. Todas estas fases requieren un tiempo y un proceso, distinto para cada paciente; no todos experimentan todas las fases, ni tampoco con la misma intensidad.

Terapia para la ansiedad

La ansiedad es un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos externos o internos que son percibidos por el individuo como amenazantes o peligrosos, y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. El estrés generado por la ansiedad se caracteriza por deberse a una situación repentina que carece de estímulos, a diferencia del estrés derivado de un examen el cual es un estrés normal, el problema surge cuando el estrés provocado por la ansiedad se activa en situaciones no amenazantes para la persona. Un cuadro inusual, patológico de ansiedad se conoce como trastorno de ansiedad.

También conocida como terapia del habla o asesoramiento psicológico, la psicoterapia incluye el trabajo con un terapeuta para reducir los síntomas de ansiedad. Puede ser un tratamiento eficaz para la ansiedad.

La terapia cognitiva conductual (TCC) es la manera más eficaz de la psicoterapia para tratar los trastornos de ansiedad. Generalmente la TCC es un tratamiento a corto plazo y se enfoca en enseñarte técnicas específicas para mejorar tus síntomas y poder gradualmente volver a las actividades que evitabas como consecuencia de la ansiedad. LA TCC incluye terapia de exposición en la que gradualmente encuentras el objeto o la situación que provoca tu ansiedad, de modo que desarrollas confianza para controlar la situación y los síntomas de ansiedad.

Terapia para la Depresión

En un cuadro depresivo la persona experimenta un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío) o una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. Se presentan varios otros síntomas, entre los que se incluyen la dificultad de concentración, el sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, la falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio acusado o de falta de energía.

Durante un episodio depresivo, la persona afectada experimenta dificultades considerables en su funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional y en otros ámbitos importantes.

Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento de la persona.

Hay diferentes tipologías de trastornos del estado de ánimo:

Trastorno depresivo de un solo episodio: la persona experimenta un primer y único episodio;

Trastorno depresivo recurrente: la persona ha padecido ya al menos dos episodios depresivos; y

Trastorno bipolar: los episodios depresivos alternan con periodos de episodios maníacos, que incluyen euforia o irritabilidad, mayor actividad o energía, y otros síntomas como aumento de la verborrea, pensamientos acelerados, mayor autoestima, menor necesidad de dormir, distracción y comportamiento impulsivo e imprudente.

Terapia para el Estrés

Todos hemos oído hablar del estrés, e incluso muchos hemos mencionado alguna vez que estamos “estresados”, pero en definitiva ¿qué es el estrés?

El estrés puede definirse como un conjunto de reacciones fisiológicas que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones en el ámbito laboral o personal: exceso de trabajo, ansiedad, situaciones traumáticas que se hayan vivido, etc.

Existen varios tipos de estrés:

Estrés normal: las reacciones fisiológicas que se dan en nuestro organismo ante determinadas situaciones y que se definen como estrés en realidad son normales, en cierta medida. Un poco de estrés y ansiedad nos puede ayudar a afrontar y superar algunas situaciones difíciles.

Estrés patológico: cuando el estrés se presenta de modo intenso por periodos prolongados, es muy probable que cause problemas físicos y psicológicos, transformándose en un estrés crónico y nocivo que puede provocar crisis de llanto, depresión, y diversas afecciones físicas.

Estrés post-traumático: es aquel que se presenta después de que una persona ha vivido algún tipo de suceso aterrador, como puede ser un accidente de tráfico o un desastre natural. A consecuencia de estos traumas, la persona tiene pensamientos aterradores con frecuencia, relacionados con la situación que vivió. Este tipo de estrés puede aparecer en personas de todas las edades, pero los niños son particularmente propensos a sufrirlo.

Estrés laboral: se le llama estrés laboral a un conjunto de reacciones nocivas, emocionales y físicas, que se producen cuando las exigencias en el ámbito laboral superan los recursos, las capacidades y/o las necesidades del trabajador.

Fobias

Temor intenso e irracional, de carácter enfermizo, hacia una persona, una cosa o una situación.

"las distintas formas de fobias o temores esconden, bajo la concreción en que se manifiestan, el significado que el sujeto confiere a aquello que le causa el temor"

  • Zoofobia, miedo a los animales.
  • Hematofobia, miedo a la sangre.
  • Acrofobia, miedo a las alturas.
  • Aerofobia, miedo a volar.
  • Claustrofobia, miedo a los espacios cerrados.
  • Astrafobia, miedo a las tormentas.
  • Hipocondría
  • Amaxofobia, miedo a conducir.

Terapias de comprensión , atención, velocidad en la lectura.

La Lectura Veloz es la herramienta más efectiva del aprendizaje. Con las grandes exigencias del nuestros tiempos, se trata de una necesidad de todo estudiante y profesional que quiera triunfar. Combinada con mi Método de Estudio y las técnicas de Memoria, este conjunto de herramientas le dan a quien las posee una ventaja enorme.

“La velocidad lectora se refiere a la cantidad de palabras que una persona consigue leer por minuto durante una lectura natural, es decir, en silencio y con la intención de comprender el contenido de un texto.”

Una velocidad de lectura apropiada permite fijaciones oculares amplias: en cada fijación se capta con claridad cuatro o cinco letras y alguna palabra y se deducen las otras palabras y partes de las frases; se trata de que el cerebro reconozca y capte capta palabras aunque no las lean literalmente.

Leer más rápido es leer mejor: leer rápido ayuda en la comprensión lectora: si el cerebro no espera las palabras, pueden interferir otros pensamientos y podemos “perdernos” de modo que, al final de un párrafo no recordamos lo que leímos.

Imagina, por un momento, cómo sería tu vida si hace, digamos, diez años, hubieras conseguido triplicar tu velocidad de lectura sin perder, si no, por el contrario, ganando en comprensión. ¿Cuántos libros hubieras leído en ese tiempo? ¿Cuánto tiempo de tu trabajo te hubieras ahorrado? ¿Cuánto te hubiera representado esto en dinero y satisfacciones personales? Si la lectura no pudiera mejorarse en cualquier etapa de la vida, sería la única capacidad humana inmejorable. El hecho es que todas nuestras capacidades pueden mejorarse con una combinación de técnica, práctica, motivación y voluntad.

Problemas de Aprendizaje

La psicología aborda una serie de problemas relacionados con el proceso aprendizaje de niños de edad escolar. Entre ellos se encuentran el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y la dislexia.

Por otro lado como Psicologa puedo ayudar a detectar problemas no específicos que pueden estar interviniendo el desarrollo educativo del menor. Por ejemplo, casos de depresión, ansiedad, adaptación curricular, problemas psicológicos y sociales desencadenados a raíz del bullying.

Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

Un tratamiento temprano puede mejorar significativamente los signos del TDAH, reduciendo también las complicaciones y permitiendo una mejor asimilación en su entorno social, así como también un mejor desempeño escolar y profesional. También ayuda a mejorar las relaciones en casa con sus padres y hermanos.

Existen 3 tipos de TDAH,y solo uno de ellos no incluye síntomas de impulsividad y conducta hiperactiva:

  • TDAH, predominantemente hiperactivo-impulsivo: Los niños presentan síntomas de hiperactividad y sienten necesidad de moverse constantemente. También tienen problemas con conducta hiperactiva.
  • TDA, predominantemente con inatención: Los niños tienen dificultad en prestar atención. Son fácilmente distraídos pero no tienen problemas de impulsividad ni de hiperactividad.
  • TDAH, combinada: Este es el tipo más común de TDAH. Los niños con este tipo de TDAH presentan todos los síntomas mencionados.

Sintomas y signos del TDH

En cuanto a la falta de atención se observa:

  • Dificultad para prestar atención de manera continua a una tarea o actividad particular
  • Errores frecuentes de inatención en las tareas escolares, los trabajos o actividades asignadas.
  • Falta de atención a los detalles
  • Dificultad para comenzar y terminar sus deberes y tares asignadas
  • Tendencia a evitar actividades que exigen un esfuerzo mental sostenido
  • Dificultad para retener las consignas y aplicarlas (no para entenderlas)
  • Dificultar para organizarse
  • Tendencia a distraerse con facilidad
  • Pérdida frecuente de objetos personales (juguetes, lápices, libros)
  • Problemas para organizarse
  • Dar apariencia de no escuchar cuando se habla directamente
En relación a la Hiperactividad de observa:
  • Tendencia a mover con frecuencia manos o pies, a balancearse en su silla
  • Dificultad de permanecer sentado en clase o en otros lugares
  • Tendencia a correr y a saltar en todas partes
  • Tendencia a hablar mucho
  • Dificultad para interesarse o para apreciar juegos o actividades tranquilas
  • Estos síntomas son menos evidentes y más sutiles en el adulto
Con relación a la impulsividad :
  • Interrumpir conversaciones o entrometerse
  • Responder preguntas antes de escuchar la pregunta completa
  • Dificultad para esperar su turno
  • Carácter imprevisible y cambiante
  • Saltos de humor frecuentes
Inestabilidad emocional:
  • Tendencia a la frustración, berrinches
  • Impaciencia, intolerancia, sentimientos extremos
  • Irracionalidad, reacciones exageradas al tacto, sonido, dolor
  • Baja autoestima
Conducta asocial:
  • Conducta de oposición
  • Agresividad
  • No responde a llamadas de atención
Dificultades de coordinación y síntomas físicos
  • Torpeza en movimiento, falta de balance
  • Dificultad para vestirse, abotonarse
  • Ciertas habilidades motoras deficientes como el manejo de pelota
  • Invierta letras, sudoración exesiva
  • Bajo sentido del control de la temperatura
  • Problemas de oído (infecciones) y ojos
  • Dolores de cabeza, musculos , estomago

Dislexia

Dislexia se define como dificultad para leer. Cuando los niños están aprendiendo a leer y a escribir en el jardín infantil y en primer grado, es común que confundan la letra “b” con la “d”, el número “6” con el “9” y que confundan otros tipos de palabras. Es importante aclarar que esto no es un problema de visión, sino que el cerebro está invirtiendo o modificando la secuencia de la información que recibe de los ojos. La mayor parte de los niños supera este problema antes de los siete años aproximadamente. Sin embargo, en el caso de los jóvenes disléxicos, los problemas de lectura persisten.

En otra forma de dislexia, la mente identifica correctamente la palabra que “ve”, pero tarda en relacionarla con su significado. Estos adolescentes leen muy despacio y es posible que tengan que releer el material varias veces antes de comprenderlo. Otras actividades de comunicación también pueden presentar dificultades, tales como comprender el lenguaje oral y expresarse de forma oral y escrita.

Trastorno del Espectro Autista o TEA

Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Las personas con TEA también podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención. Es importante señalar que algunas personas sin TEA también podrían tener algunos de estos síntomas. Sin embargo, en las personas con TEA, estas características pueden dificultar mucho la vida.

Las destrezas de comunicación e interacción sociales pueden ser un desafío para las personas con TEA.

Algunos ejemplos de características de la comunicación social y de la interacción social relacionadas con los TEA son:

  • Evitar mirar a los ojos a otra persona o no mantener el contacto visual
  • No responder cuando lo llaman por su nombre, hacia los 9 meses de edad
  • No mostrar expresiones faciales como de felicidad, tristeza, enojo y sorpresa, hacia los 9 meses de edad
  • No participar en juegos interactivos simples como dar palmaditas con las manos, hacia los 12 meses de edad
  • Usar pocos o ningún gesto, hacia los 12 meses de edad (por ejemplo, no decir adiós con la mano)
  • No compartir intereses con otras personas, hacia los 15 meses de edad (por ejemplo, no mostrar un objeto que le guste)
  • No apuntar a algo interesante para mostrarlo, hacia los 18 meses de edad
  • No notar cuando otras personas están lastimadas o molestas, hacia los 24 meses de edad
  • No notar a otros niños ni jugar con ellos, hacia los 36 meses de edad
  • No jugar a ser otra cosa, como un maestro o superhéroe, hacia los 48 meses de edad
  • No cantar, bailar ni actuar para usted, hacia los 60 meses de edad, Las personas con TEA tienen conductas o intereses que pueden parecer inusuales. Estas conductas o intereses distinguen a los TEA de las afecciones que solo se definen por problemas con la comunicación y la interacción sociales.

Los ejemplos de conductas e intereses restrictivos o repetitivos relacionados con los TEA pueden incluir:

  • Poner juguetes u otros objetos en fila y molestarse cuando se cambia el orden
  • Repetir palabras o frases una y otra vez (esto se llama ecolalia)
  • Jugar con juguetes de la misma manera todo el tiempo
  • Enfocarse en partes de los objetos (por ejemplo, en las ruedas)
  • Irritarse con cambios mínimos
  • Tener intereses obsesivos
  • Tener que seguir ciertas rutinas
  • Aletear las manos, mecer el cuerpo o girar en círculos
  • Reaccionar de manera inusual a la forma en que las cosas suenan, huelen, saben, se ven o se sienten

La mayoría de las personas con TEA tienen otras características relacionadas. Estas podrían incluir:

  • Retraso en las destrezas del lenguaje
  • Retraso en las destrezas de movimiento
  • Retraso en las destrezas cognitivas o de aprendizaje
  • Conducta hiperactiva, impulsiva o distraída
  • Epilepsia o trastornos convulsivos
  • Hábitos de alimentación y del sueño inusuales
  • Problemas gastrointestinales (por ejemplo, estreñimiento)
  • Estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales
  • Ansiedad, estrés o preocupación excesiva
  • No tener miedo o temer más de lo normal
Es importante señalar que es posible que los niños con TEA no tengan ninguna de las conductas mencionadas como ejemplos o que tengan algunas.

El objetivo de la Psicoterapia es, principalmente, ayudar a las personas con TEA y sus familias a funcionar mejor en su vida diaria y enfrentar a los distintos desafíos y obstáculos que pueden encontrarse. Así, el psicólogo puede realizar:
Tratamientos para ayudar a las personas con TEA a controlar la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo, como la depresión. Suele aplicarse terapia cognitivo-conductual para ayudar a las personas a cambiar sus pensamientos y conductas negativas.

Tratamientos para ayudar a manejar los problemas de sueño y alimentación que a menudo coinciden con el TEA.

Grupos de habilidades sociales para mejorar las habilidades de conversación, la comunicación no verbal y el juego.

Psicoterapia individual para ayudar a los adultos con autismo a mejorar las relaciones familiares y/o maritales, y mejorar las habilidades necesarias para el empleo.

En caso de discapacidades cognitivas más severas, intervenciones para disminuir las conductas agresivas, las autolesiones, y mejorar el comportamiento.

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